sábado, 6 de marzo de 2010

Un periodista me ha preguntado por Cáritas


No desvelo pero me conmuevo. No descubro pero no puedo callarme. No digo de quién se trata y, sin embargo, me niego a asumir el 'chitón' a la que la situación podría invitarme. En efecto, un periodista me ha preguntado por Cáritas. Y ello significa que, como ya veníamos pregonando, los medios de comunicación han sufrido como nunca el varapalo de una crisis impresentablemente mal afrontada desde aquellos que tenían en la mano aminorar cuanto fuera posible sus efectos.
Meses y más meses, desde 2008 creo, escuchando nombres de compañeros y compañeras que se iban a la calle, con o sin familia, con o sin puerta a la que llamar, ya me tenían las carnes abiertas. No hay medio en Jerez, salvo Cope y poco más, del que no haya salido alguien fruto de la situación. Meses y más meses que he sufrido en mis propias carnes con supresión de colaboraciones que también me ponen "a las patas de los caballos". Que le vamos a hacer.
Pero ayer vino un compañero y me preguntó por Cáritas y por la necesidad de que le echen un cable en una factura. Un periodista bueno, un buen periodista. Vino a verme, me miró y me estrechó la mano. No hizo falta nada más para comprender que había problemas serios. Y me lo iba a callar. Pero creo que es bueno que vayan sabiendo que hasta ahí llega una crisis que asfixia inexorablemente, junto a tantas otras, a una profesión que llevo tiempo desaconsejándole a mis hijos.
El problema es... ¿cuál les aconsejo?

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