Ser cofradía al uso no obsta para serlo también a la hora de acercarse a asuntos de interés general como la vida. Por eso la Buena Muerte, hermandad, es otra cosa. Pero, además, el ciclo recién iniciado por esta corporación vino a mostrar que la buena muerte, eufemismo con el que llaman a la eutanasia, también es asunto de otro cariz moralmente mejor armado.
El médico José Miguel Merino Aranda, especialista en Ginecología y Obstetricia y cofrade de la Hermandad del Santo Crucifijo de la Salud, ofreció, en el Auditorio Juan Pablo II del Obispado de Asidonia-Jerez, la primera de las conferencias previstas dentro de las Jornadas sobre Bioética y Humanización que organiza la Hermandad del Santísimo Cristo de la Buena Muerte.
Tras presentación a cargo del delegado diocesano de MCS y acompañándole en la presidencia el teniente hermano mayor Matías Ruiz, José Miguel Merino desarrolló el tema 'Nueva medicina y moral cristiana' partiendo de la consideración de que «cada vez más la sociedad actual exige al cristiano demostrar el compromiso que tiene con sus convicciones», señaló Merino.
Abordó la eutanasia, partiendo de la propia advocación de la cofradía organizadora, añadiendo «perspectivas nuevas que se plantean como disyuntivas morales ante la toma de decisiones médico-sanitarias con respecto a nosotros mismos y a nuestras familias». Recordó que la futura legislación está en fase de proyecto y es el momento de tener ideas claras desde posiciones cristianas.
Antes de acercarse al asunto que se apuntaba con central, sin embargo, presentó lo relativo al manejo de células-madre y medicina regenerativa en general, «una entelequia que está aún muy en el aire, no se sabe a dónde va y hace necesaria una clarificación técnica y moral», así como habló, igualmente, de la clonación, «de la que se habla mucho sin conocer bien el asunto».
En todos los casos, presentó, de modo distendido y magníficamente documentado siempre, la situación puramente técnico-médica al respecto para pasar más tarde a la posición de la Iglesia en base a un concepto moral por la vida que sobrepasa el ámbito puramente religioso para proponerse como actitud ante la vida y contra estos factores de muerte que renuevan la visión de la Medicina.
El tono con el que comenzó esta propuesta, que apunta alto yéndose al marco del Obispado y abriendo puertas a un público cada vez más universal aun desde la convoctoria cofrade, anima el desarrollo de unas Jornadas sobre Bioética y Humanización que aún ocupa en la agenda dos próximas fechas: el 20 de noviembre con una mesa redonda y el 11 de diciembre con la intervención del obispo diocesano.
Ni que decir tiene que, como es lógico imaginar, llama poderosamente la atención poder escuchar bioética, de nuevo tras la conferencia que ofreció este pasado verano en la Hermandad de Nuestro Padre Jesús Nazareno, a Monseñor José Mazuelos Pérez, el obispo diocesano.
Antes, sin embargo, tendrá lugar (el viernes 20 de noviembre) la mesa redonda que ha sido titulada 'El médico, acompañante de la vida humana' y que contará con los doctores Juan Antonio Becerra Martel, ginecólogo; Felipe Garrido Martínez de Salazar, pediatra; Manuel Leal Pérez, médico del Trabajo, y José Luis Pérez Ramírez, internista. Estará moderada por Pilar Gallego Alemany, también doctora en Medicina y profesora de Religión.
El médico José Miguel Merino Aranda, especialista en Ginecología y Obstetricia y cofrade de la Hermandad del Santo Crucifijo de la Salud, ofreció, en el Auditorio Juan Pablo II del Obispado de Asidonia-Jerez, la primera de las conferencias previstas dentro de las Jornadas sobre Bioética y Humanización que organiza la Hermandad del Santísimo Cristo de la Buena Muerte.
Tras presentación a cargo del delegado diocesano de MCS y acompañándole en la presidencia el teniente hermano mayor Matías Ruiz, José Miguel Merino desarrolló el tema 'Nueva medicina y moral cristiana' partiendo de la consideración de que «cada vez más la sociedad actual exige al cristiano demostrar el compromiso que tiene con sus convicciones», señaló Merino.
Abordó la eutanasia, partiendo de la propia advocación de la cofradía organizadora, añadiendo «perspectivas nuevas que se plantean como disyuntivas morales ante la toma de decisiones médico-sanitarias con respecto a nosotros mismos y a nuestras familias». Recordó que la futura legislación está en fase de proyecto y es el momento de tener ideas claras desde posiciones cristianas.
Antes de acercarse al asunto que se apuntaba con central, sin embargo, presentó lo relativo al manejo de células-madre y medicina regenerativa en general, «una entelequia que está aún muy en el aire, no se sabe a dónde va y hace necesaria una clarificación técnica y moral», así como habló, igualmente, de la clonación, «de la que se habla mucho sin conocer bien el asunto».
En todos los casos, presentó, de modo distendido y magníficamente documentado siempre, la situación puramente técnico-médica al respecto para pasar más tarde a la posición de la Iglesia en base a un concepto moral por la vida que sobrepasa el ámbito puramente religioso para proponerse como actitud ante la vida y contra estos factores de muerte que renuevan la visión de la Medicina.
El tono con el que comenzó esta propuesta, que apunta alto yéndose al marco del Obispado y abriendo puertas a un público cada vez más universal aun desde la convoctoria cofrade, anima el desarrollo de unas Jornadas sobre Bioética y Humanización que aún ocupa en la agenda dos próximas fechas: el 20 de noviembre con una mesa redonda y el 11 de diciembre con la intervención del obispo diocesano.
Ni que decir tiene que, como es lógico imaginar, llama poderosamente la atención poder escuchar bioética, de nuevo tras la conferencia que ofreció este pasado verano en la Hermandad de Nuestro Padre Jesús Nazareno, a Monseñor José Mazuelos Pérez, el obispo diocesano.
Antes, sin embargo, tendrá lugar (el viernes 20 de noviembre) la mesa redonda que ha sido titulada 'El médico, acompañante de la vida humana' y que contará con los doctores Juan Antonio Becerra Martel, ginecólogo; Felipe Garrido Martínez de Salazar, pediatra; Manuel Leal Pérez, médico del Trabajo, y José Luis Pérez Ramírez, internista. Estará moderada por Pilar Gallego Alemany, también doctora en Medicina y profesora de Religión.
(La Voz, 15-11-09)
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