domingo, 25 de septiembre de 2011

Más de 2.000 personas padecen Alzheimer en la ciudad

Colorear dibujos es una de las activiades que los estimulan.
«No hay estadísticas exhaustivas, nadie hace ese control de momento», dice María de los Ángeles Contreras, presidenta de la asociación de familiares de enfermos de Alzheimer La Merced, quien pese a la dificultad del recuento y que no faltan mayores con demencias que no están clasificadas señala en más de 2.000 personas la incidencia en Jerez del mal que acaba de dejar atrás, con vocación sensibilizadora, su día internacional.
«Y luego también hay mayores que están estupendos en su casa aunque tengan lagunas», añade Contreras pese a que no oculta que los problemas neuronales que motivan las graves dificultades tan evidentemente expresadas en la falta memoria de las personas afectadas crecen a mismo nivel que la población envejece. El 10% más, cada año, se incrementa la lista de los afectados corriendo parejo al avance de la media demográfica.
Pero no son ellos los únicos que sufren. «El problema es que atañe no ya a 2.000 personas sino a 2.000 familias: a los hijos, a los nietos, a la mujer o al marido, a los amigos, al entorno laboral y social», reflexiona la presidente de las asociación. «No es un problema que se trata con una pastilla porque la persona tiene la enfermedad pero quien la padece es el entorno, es algo que hay que afrontar con muchas ganas», dice.
Y a ello se dedica la asociación con «paciencia e imaginación» así como buscando recursos. El deseo, sin embargo, es que pueda dejar de celebrarse el Día Internacional del Alzheimer, «sería señal de que alguien ha descubierto como curarla». Pero es muy difícil de imaginar aún porque «el cerebro es la caja que nos mueve enteros y es donde menos podemos tocar y, consecuentemente, donde más difícil es indagar». Sigue pendiente, por tanto, la respuesta al por qué nace esta enfermedad.
Puede, mientras tanto, paliarse y tratarse mediante la estimulación cognitiva para frenar su avance. Las unidades de día, el respiro de fin de semana, la ayuda a domicilio o el apoyo psicológico son, buena parte de las medidas al alcance de las personas próximas a la asociación La Merced. «Somos un hombro en el que apoyarse quienes se enfrentan a esta situación, y nosotros intentar ayudar», añade.
La asociación La Merced apenas puede atender a unas 70 personas
La sede de la asociación de familiares de enfermos de Alzheimer La Merced en la avenida Puertas del Sur –pendiente de terminar la planta alta y un jardín lateral en el que se sueña una piscina cubierta– es un oasis que, apartado del tráfico de una hora punta en la zona, tan cuajada de camiones y obras, brinda en el interior la extraña calma que procuran a los asistidos los detalles pintados en color violeta. «Estimula sin estresar», dice María de los Ángeles Contreras.
Hacer un recorrido por sus dependencias (750 metros cuadrados en la planta acondicionada) es encontrarse con grupos aquí dedicados a la estimulación precoz o a la psicomotricidad, allí a la actuación mediante dibujos o puzzles y en otro lugar a alguna terapia de otro tono. Y, además, hay fisioterapia, peluquería y podología así como otras dependencias que hacen agradable la estancia de día para quienes quizá tengan la fortuna de otras opciones como la deseada hidroterapia, por ejemplo.
Pero las cuentas no salen a la hora de verificar que el esfuerzo realizado deja necesariamente fuera muchos de esos dos millares de afectados. «Atendemos a 40 personas de unidad de día, 11 ó 12 personas en el taller de estimulación precoz en días alternos, entre 15 ó 20 personas en el programa de respiro de fin de semana y en ayuda a domicilio cada vez menos dadas las prestaciones de la Ley de Dependencia», explica reconociendo que querrían dar más de sí.
Faltan medios pero también personas y el voluntariado es el camino ante el que realizan el más urgente llamamiento.
(La Voz-25-Septiembre-2011)

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