Foto de Javier Fergo |
Un paseo peatonal, unas zonas ajardinadas y los accesos al aparcamiento (todo ello en terreno del vecindario) serán transformados, si la asamblea vecinal y el PGOU así lo quieren, en una pista de futbito, otra de petanca y una tercera de pádel. Pero la novedad no está tanto en las intenciones presentadas sino en el propósito de financiación por cuenta propia tanto de su construcción como del posterior mantenimiento. Solo hay que buscar 35.000 euros a invertir en dos años. Pero no es una quimera.
«Todo son inversiones fácilmente amortizables», dice Bolaño apuntando una web vecinal (www.urbanizacionlaspalmeras.es) a la que ya llegan anuncios de los comercios de la zona. «Si a eso sumamos la puesta en valor de todos los locales y cuartos motos existentes, que se reorganizarán para que quepan más, dispondremos de una tesorería más saneada», explica. Pero es obvio que sigue sin alcanzar. «Hemos hecho un plan viabilidad en el que lo primero que fijamos es el limite de endeudamiento posible», dice.
El alquiler de las pistas a los usuarios ayudará a completar un plan de ingresos con el que negociar el crédito necesario. «Con todo esto montado como si fuera una empresa, el banco ya no estará tan distante con nosotros porque nuestro proyecto es viable», confía el presidente de Las Palmeras. Pero no es el único frente a salvar, aún deben confirmar con el nuevo gobierno local el compromiso adquirido por el anterior delegado de Urbanismo al respecto de la calle que, cruzando la zona, prevé el PGOU.
Ya acudieron a Antonio Conde, líder de IPJ y concejal en la anterior legislatura, para encauzar las conversaciones. «Lo primero que les sugerí es una asamblea general en la que los vecinos aprobaran las inversiones y las modificaciones que hay que realizar y, segundo, solicitar una reunión con el nuevo delegado de Urbanismo y, con el acta de la reunión, exponerle que la calle pretendida no tiene ningún sentido», dice Conde para quien «es bueno que los vecinos, en plena crisis y con las arcas municipales vacías, den un paso como éste».
(La Voz, 12-Septiembre-2011)
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