Foto de Javier Fergo |
Talleres de máscaras y dibujos, mensajes en globos para la viajera y regalos han hecho protagonistas a los niños, que han participado de un día jubiloso pese al lamento que muchos expresaban sobre su ausencia próxima. Contribuye a su marcha la imposibilidad de haberle podido dar compañía de su especie en Jerez. El proyecto de ampliación del Zoobotánico, paralizado en estos tiempos de crisis, contempla como uno de sus elementos estrella la dotación de un espacio de una hectárea de terreno dedicado no solo a ‘Buba’ cuando regrese sino a que disfrute de una manada.
Llegó a Jerez en noviembre de 1987 y pronto se convirtió en el emblema de las instalaciones. No se irá del todo, gracias al recuerdo cariñoso de los críos jerezanos así como a un espacio que, con esculturas de elefantes en manada, hace presente, frente al lugar que ha venido ocupando, el estilo de vida de estos animales y los detalles del viaje que ‘Buba’ iniciará en solo unos días. «Llegó a través de un programa de salvamento de elefantes en Namibia, algunos se iban a sacrificar y otros pasaban a zoos, así llegó a Jerez», recuerda el veterinario Miguel Ángel Quevedo.
«Ha tenido una vida tranquila, social y amistosa con todo el personal del parque, nunca ha sufrido problemas serios ni una enfermedad grave y ha sido la amiga de los niños así como el animal más carismático del zoo», explicaba el miembro del equipo veterinario. Mientras, se desarrollaba una mañana llena de atractivos en la participó Felisa Rosado, delegada de Medio Ambiente del Consistorio, junto a José María Aguilar, el director del Zoobotánico y demás personal de las instalaciones.
(La Voz, 25-Septiembre-2011)
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