"¡Salvadooooor... Salvadooooor...!", gritaba una voz en la noche doñanera cuando el cachondeo se hacía sitio entre tienda de campaña y tienda de campaña con la llegada del descanso en Marismillas. La primavera nos llevaba hacia la Virgen del Rocío y el micrófono azul de Cope, con el cortavientos ya lleno de arena, lo hacía hacia la experiencia laboral más gratificante de todo el año. El tan nombrado aquella noche, que amanecería buscando a quien 'gastó' su nombre cuando tanta falta le hacía dormir, es viejo rociero. El que gritaba su nombre, algo menos. Pero ya llevaba unos añitos de Romería.
La Concha lo aguarda en mayo próximo porque él, Oscar Torres, es quien ha sido presentado este pasado lunes en la Hermandad del Rocío de Jerez. Pregonará otro nombre, el de María Santísima de las Rocinas. No voceará el de Salvador Varela. Aunque podría hacerlo, como el de Andrés Cañadas -su presentador- o cuantos hemos estado cerca de él en tantas ocasiones rocieras. Decimos bien si lo consideramos "uno de los nuestros". Decimos bien. Y por ello sentimos la satisfacción de cuantos se han alegrado del nombramiento que hoy convertimos, en 'Carrera Oficial', en principal argumento.
Su talante pregonero, tan innegable, amanece a una responsabilidad con la que soñó mientras pronunciaba similar cita en Pilas. O durante su Oración Poética de mi Hermandad del Perdón. O el Pregón de la Viga. Es hombre llamativo en sus maneras, cariñoso en sus formas y pizpireto cada vez que abre la boca para decir algo o sus brazos -como en la foto- para hacer sentir su afabilidad exhuberante. Por eso y por tantas otras cosas hay que quererlo. Sean cuales fueren las circunstancias, ajenas a él, en las que alcanza la dicha de ser oficiante en el 'templo' bendita de La Concha. Esta Romería tendrá antesala entrañable para cuantos lo apreciamos.
(Cope-Jerez, editorial de 'Carrera Oficial', 19-01-11)
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