domingo, 31 de enero de 2010

La bola entró


El desagradable grito del tenista John McEnroe, ya retirado para respiro de los arbitros que sufrieron sus aparatosas quejas, no fue necesario en Chapín para corroborar el milagro. Él chillaba "¡la bola entró!" en tono exigente tras su golpes a la pelota cuando se le cantaba aquellos "¡out!" que le negaban el punto.
El Xerez acaba de ganar al Mallorca. Y no termino de creérmelo. Hacía tres meses y medio que ocurrió aquello frente al Villarreal (la última y única victoria, hasta el momento, de su paso por Primera). Y ya habíamos perdido la esperanza de que volviera a ocurrir. Se decía que la culpa era del balón, que no quería entrar.
Carlos Calvo ha hecho dos tantos para enmarcar. Y Antoñito, cuando ha salido en la segunda parte, ha asustado a la defensa mallorquina. Y Víctor Sánchez "ha dado fuego al centro del campo" como reconoce Néstor Gorosito. Y Renan Brito le ha parado un penalty a Aduriz. Y Mario Bermejo ha vuelto a pelearse en el área.
No suelo escribir de fútbol. Pero sí me convierto en forofo cuando, cada domingo, el Xerez se las ve en esas batallas que casi siempre pierde esta temporada. Mañana llegará Miguel Rubio a la radio y me llamará "¡hombre de poca fe!" Hoy entró la bola. Mira que bien. Hasta da la impresión de que la salvación vaya a llegar.
Un cachondo que está escuchando conmigo al nuevo entrenador, mientras 'El Pipo' comparece en la sala de prensa, me dice que ahora a meter la cabeza en puestos de Champions. Es el sino del jerezano. Del fracaso al éxito, como del patetismo a la gloria, viajamos en un salto. Abrazos azulinos, pues, a cuantos corresponda.

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