Hacienda somos todos

Las cuentas bajo el brazo del tesorero y una gran incertidumbre en la reflexión de los dirigentes cofrades afectados. Ello preside el primer momento a la recepción de una citación con visos de papeleta de sitio para la procesión de los dineros gastados. La Agencia Tributaria parece haber llamado ya a cinco de las hermandades jerezanas para cotejar 'qué sé yo' en torno a los encargos a los artesanos, al cerero o a la banda de cornetas y tambores.

Ya ocurrió en Sevilla y, por tanto, habría de ser motivo, viniendo como todo lo que viene de la Madre Hispalense, de orgullosa herencia. Pero va a ser que no, que la cosa trae miga y, más por no saber bien de qué va la historia que porque haya, verdaderamente nada que temer. Y, como ocurrió en Sevilla, también otras capitales como Málaga o Cádiz saben de semejantes reclamos. Yo, realmente, no sé cómo acabó en aquellos otros rincones 'semanasanteros'.

Hacienda somos todos decía aquella campaña que popularizaba la declaración de la renta cuando la Democracia venía con novedades fiscales de tal guisa. También las cofradías somos todos y, por ello, el asunto era hoy comidilla en la calle. Habrá que acostumbrarse a ello y cuando hagamos, un año más, el milagro de llegar con vida económica al día de la salida procesional no olvidemos que aún puede aparecer Hacienda como penitencia no prevista.

Sea lo que Dios quiera y si aquél 'césar' al que Cristo decía que había que darle lo que le tocaba de nuestra parte decide aparecer en nuestras filas todo sea, por favor, a la mayor gloria del Señor y su Santísima Madre y a la menor incidencia posible en unos bolsillos que si están llenos apenas si lo será de pura precariedad. Amén.

(COPE, editorial en 'Carrera Oficial', 27-01-10)