Y, hoy, la Divina Pastora

Aún huele la calle a nardos, los de una Merced dispensada a los jerezanos, cuando vuelve a salir a los viales públicos de la ciudad la Virgen. Esta tarde será la Divina Pastora de las Almas la que, desde su casa de la iglesia conventual de los Padres Capuchinos, agrade con las trazas de una advocación singular que siempre saca a su itinerario las ciertas trazas de una romería urbana.
Durante algo más de cuatro horas, las que irán desde las 18,30 horas hasta casi las 23, horas, el domingo se llenará del marianismo capuchino que representa la Virgen sentada al pie del árbol y acompañada por las ovejas. Por delante, apenas llamando la atención -hay que reconocerlo- entre la exhuberancia vegetal que cubre la canastilla del paso, el Niño Jesús.
No todo se confía hoy, pese a tanta belleza como la Divina Pastora sacará, a la vistosidad de una procesión esperada, a los sones roteños de la Banda del Nazareno o a los estrenos previstos por los miembros del Redil Eucarístico que le rinde culto. No todo queda ahí. De hecho la mañana será intensa en Capuchinos, donde a las 12,30 horas celebrarán la función solemne preparatoria de la salida vespertina.
La Virgen Santísima sigue siendo la verdadera protagonista devocional, por tanto, de este septiembre que, mes que va llegando ya a su ocaso, se llenó, semanas atrás, del Dulce Nombre de María que, por otra parte, junto a sus fiestas de la Natividad y los Dolores conoció, hace apenas tres días, su Merced bendita. Hoy, como ven, corresponde a la Divina Pastora de las Almas.

(La Voz, 27-09-09)