sábado, 17 de enero de 2009

Requiem por San Francisco de Sales


Cuando la nada es considerada mejor argumento que el asiento original de un acontecimiento algo está fallando lamentablemente. Y falla tanto para los generadores de la decisión como para, claro está, los damnificados privados de decisión a los que, eso sí, se les brinda la oportunidad de babear boquiabiertos ante una sandez capaz de dejar tan perplejos. Y es así, justamente, como están las cosas a sólo una semana de la llegada del día de San Francisco de Sales, el Patrón de los periodistas. Resulta que la Asociación de la Prensa de Jerez, fruto de una reunión de junta y no de una asamblea de socios, acaba de anunciar un cambio de planes en lo que respecta a la celebración de la tradicional fiesta de aquellos que nos dedicamos a esto de juntar letras intentando contar a la generalidad de los ciudadanos las cosas que pasan a nuestro alrededor. Quizá sea ello, en el fondo, lo que me anime a que no quede 'ad intra' aquello que, desde luego, tiene tanto que ver con sentimientos más generales. Les explico. Todo lo que se mantenía a finales de enero deja, desde este año, de llamarse Fiesta del Patrón. Ahora pasa a denominarse el Día de la Prensa de Jerez. Y para que no queden dudas de que nada tiene que ver con ello santo alguno, ni pedestal envuelto en incienso que se tercie, todo se traslada al mes de marzo. Para hacerlo coincidir con la fecha del nacimiento de la Asociación se dice. También se dice que la decisión es fruto de alguna petición. Muy desesperada debió ser cuando no se ha querido esperar a una asamblea. Hacía años que no se sabía de misa alguna que, en honor al Santo, nos convocara en semejante jornada. No había gran demanda, cierto es. Pero alguna había y, de no ser por imponderables de última hora, ya pudo haberse recuperado hace un año para los que se quisieran sumar. No hacía falta ni se pedía, lógicamente, que lo organizara la APJ. Mientras tanto, eso sí, lo que ocurriera en su honor -almuerzo, asamblea, entrega de premios...- seguía siendo llamado, en su conjunto, el Día del Patrón. Y era lo razonable. Pero la imagen del Santo de la sede, polvoriento y con algún dedo roto -creo recordar-, estaba convirtiéndose hace tiempo en el peor augurio de algo parecido a lo ahora ocurrido. Hace un año me interesé por ella, por la imagen. Y se tomó alguna decisión que la salvaría de manos que tanto abominan de emparentamiento alguno con lo cristiano. Nunca más se supo. Como, desde ahora, nunca más se volvería a saber -pensaron- de aquél que da nombre al día que siempre reunió a los periodistas. Con todo, aún estamos a tiempo, para quien así lo quiera, de acordarnos de San Francisco de Sales. A tiempo de recordar que la fe nos ha humanizado, que se ha constituido históricamente en la esperanza en un mundo mejor. Si la verdad nos hace libres, aunque a veces también bichos raros, estamos a tiempo de sentirnos espoleados. Los periodistas cristianos existimos, aunque quizá no debieramos callarlo tanto. Ese silencio no es propio de cristianos. Y menos aún de periodistas.

3 comentarios:

  1. Magnífico artículo de cristiano verdaderamente comprometido. Si todos fueramos como tu, otro gallo nos cantaría.

    Muchas felicidades

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  2. Ya como periodista cristiano, tienes un campo de batalla para dar razon de nuestra esperanza que es Jesucristo. Änimo y convencer que al menos los que se sientan creyente y quieran celebrar San Francisco de Sales, para pedir su patrocinio, es cuestion de preguntar y proponer ya el Señor por pocos que vayan a esa misa sera frutos de Dios

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  3. Enhorabuena por el articulo Gabi. ¿Sabes lo peor? Que si ahora eres tú, o algunos que comparten tu pensamiento los que comparten tu pensamiento los que no apareceis por tan esperados como laicos actos allá por el mes de Marzo te dirán de todos menos bonito. Ya se sabe, esto de la libertad en este país, y especialmente en esta ciudad-pueblo parece ser solo patrimonio de alguno.

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