domingo, 11 de enero de 2009

Ojalá que persevere


Es hermano mayor y, además, seminarista. Si alguien da más de una sóla tacada que avise. No es fácil, ¿verdad? Y es tan buena para todos, se mire por donde se mire, esta inusual coincidencia que es preciso,verdaderamente, que no se malogre. No me gustaría que lo que, en el fondo, no es sino un proceso personal, un camino de búsqueda interior, el encuentro del mejor servicio a la Iglesia desde el compromiso de la ordenación sacerdotal, se convirtiera en el éxito o el fracaso de todos. Iván Cote no se merece esa presión. Sería terrible. Pero resultaría tan importante que perseverara en su vocación... La sociedad mira a la Iglesia de reojo. A veces sobrada de encono. Y la Iglesia, de suyo, no ha mirado mucho mejor, tradicionalmente, a las cofradías. De hecho se han ocupado de revalidar aquellas palabras que se preguntaban si de Belén podía nacer nada bueno. Nosotros mismos hemos llegado a creer que no podíamos encontrar, entre nosotros, a quien fuera tan eclesial como para buscar la vida sacerdotal y, además, tan cofrade como para no por dar ese paso importante dejando de lado la responsabilidad máxima de su hermandad. Lo cierto es que me produce un hartazgo nauseabundo comprobar que aquellos que una vez, tras juventud cofrade, atendieron a su vocación sacerdotal prefieren ahora, no sin dejarse llamar curas cofrades en un primer momento, abominar de la realidad de unas hermandades cuyos pecados merecen la mano cariñosa de, al menos, aquellos directores espirituales que, por su origen, más debieran entendernos. Y de los que tienen otro movimiento o comunidad de referencia prefiero no esperar especiales afinidades. ¿Cuántas veces han resultado, éstos otros, mejores para nosotros los cofrades? Pero ello no justifica que dejemos de esperar de los originados en nuestras corporaciones lo mejor en su pastoreo. Ivan no deja la cuna de su fe -que es el Evangelio, claro, pero degustado en el seno de la que llegaría a ser su hermandad- sino que, además, ya en el Seminario acaba de ser reelegido. No es ya la ganancia de uno de esos curas cofrades, es el provecho que las cofradías demuestran con él. A nosotros no nos queda sino rezar por su vocación. ¿Nos acordamos cómo se hace?
(La Voz, 11-01-09)

1 comentario:

  1. Estoy deacuerdo contigo Gabriel que nadie lo presione. Ya aprovecho para decir que las Hermandades deberian cuidar mucho a la juventud, no solo para limpiar la plata. HAy mucha juventud desaprovechada y sin formación en Jerez y estoy convencido que si las Hermandades se lo propusiesen saldrían muchas mas vocaciones.

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