Bienvenidos a la Mesa del Señor, queridos compañeros periodistas y aquellos otros que afectos a la vida de nuestros Medios de Comunicación Social os habéis querido sumar a esta celebración de la Eucaristía en la víspera del día de San Francisco de Sales, nuestro bendito patrón aquí representado en esta imagen llegada expresamente de la iglesia de las Angustias.
Es Cristo el que nos reúne esta tarde en esta capilla de la Casa de la Iglesia, presididos por nuestro administrador apostólico y presidente de la Comisión Episcopal de Medios, el Arzobispo Juan. Pero venimos en pos del ejemplo de aquél en quien fue depositado el patrocinio de un desempeño comunicativo que en este hombre de finales del XVI e inicios del XVII adquirió el tono de dificultoso propósito.
Sus 'Controversias', título dado a los folletos que repartía casa por casa entre los habitantes de Chablais lo hicieron celoso misionero católico enmedio de las ideas calvinistas. Fue echado por los pobladores de la zona y tuvo que pasar temporadas viviendo a la intemperie y de manera rudimentaria, evitando dos intentos de asesinato y siendo atacado por los lobos.
Su celo y trabajo dieron, sin embargo, sus frutos sumándose, como virtudes también deseables en todos nosotros, a su carácter amable y paciente. Sus hojas, clandestinas y hechas a mano, trasladaron a muchos el contenido profundo de sus convicciones que no eran otras que las de Cristo. Y todo ello desde la más espléndida de las amabilidades.
Que hoy en día, cuando quizá nos tiemble el pulso ante el empeño de mostrar nuestras creencias y nos sobre crispación en nuestros esfuerzos diarios, Él sea nuestro ejemplo y en él encontremos las virtudes de quien supo encontrarse ante el pensamiento adverso con la valentía otorgada desde el Evangelio pero también con aquella proverbial bonhomía que le llevó a decir:
"No nos enojemos en el camino unos contra otros; caminemos con nuestros hermanos y compañeros con dulzura, paz y amor, y te lo digo con toda la claridad y sin excepción alguna: no te enojes jamás, si es posible; por ningún pretexto des en tu corazón entrada al enojo".
Agradeciéndoos vuestra presencia, lleguemos a esta celebración con el ánimo y la disposición de este San Francisco de Sales por cuyo patronazgo hemos de sentirnos dichosos. Más aún cuando Él nos trae, reunidos en asamblea, ante Cristo presente a través de la Palabra y también del Sacrificio de la Eucaristía.
(Monición de entrada de la misa celebrada esta tarde en el Obispado)
Es Cristo el que nos reúne esta tarde en esta capilla de la Casa de la Iglesia, presididos por nuestro administrador apostólico y presidente de la Comisión Episcopal de Medios, el Arzobispo Juan. Pero venimos en pos del ejemplo de aquél en quien fue depositado el patrocinio de un desempeño comunicativo que en este hombre de finales del XVI e inicios del XVII adquirió el tono de dificultoso propósito.
Sus 'Controversias', título dado a los folletos que repartía casa por casa entre los habitantes de Chablais lo hicieron celoso misionero católico enmedio de las ideas calvinistas. Fue echado por los pobladores de la zona y tuvo que pasar temporadas viviendo a la intemperie y de manera rudimentaria, evitando dos intentos de asesinato y siendo atacado por los lobos.
Su celo y trabajo dieron, sin embargo, sus frutos sumándose, como virtudes también deseables en todos nosotros, a su carácter amable y paciente. Sus hojas, clandestinas y hechas a mano, trasladaron a muchos el contenido profundo de sus convicciones que no eran otras que las de Cristo. Y todo ello desde la más espléndida de las amabilidades.
Que hoy en día, cuando quizá nos tiemble el pulso ante el empeño de mostrar nuestras creencias y nos sobre crispación en nuestros esfuerzos diarios, Él sea nuestro ejemplo y en él encontremos las virtudes de quien supo encontrarse ante el pensamiento adverso con la valentía otorgada desde el Evangelio pero también con aquella proverbial bonhomía que le llevó a decir:
"No nos enojemos en el camino unos contra otros; caminemos con nuestros hermanos y compañeros con dulzura, paz y amor, y te lo digo con toda la claridad y sin excepción alguna: no te enojes jamás, si es posible; por ningún pretexto des en tu corazón entrada al enojo".
Agradeciéndoos vuestra presencia, lleguemos a esta celebración con el ánimo y la disposición de este San Francisco de Sales por cuyo patronazgo hemos de sentirnos dichosos. Más aún cuando Él nos trae, reunidos en asamblea, ante Cristo presente a través de la Palabra y también del Sacrificio de la Eucaristía.
(Monición de entrada de la misa celebrada esta tarde en el Obispado)
FELIZ DIA DEL PERIODISTA!
ResponderEliminarHola...
Me uno al homenaje a San Francisco de Sales con un episodio dedicado a
al Periodismo Digital titulado "Comunicación perfumada de Amor"
Lo puedes escuchar en:
http://levantateysalacaminar.podomatic.com/
¡Que tengas días preciosos!
Jesús te ama.
Luisa.
Querido Amigo, sabes desde hace años que nos conocemos, que no soy especialmente amiga de celebraciones religiosas y que no profeso la fe de la que presumes. Pero también sabes que el respeto mútuo ha sido nuestro mayor aliado para seguir siendo amigos a pesar de nuestras diferencias porque, en esencia, esas diferencias son mínimas, en el fondo, ambos creemos en el amor, en la amistad, en la paz...
ResponderEliminarMe sumo pues a la labor de este "santo periodista" porque tu y yo sabemos que, en esta profesión, hay que tener precisamente "paciencia de santo".
Un abrazo muy fuerte compañero, amigo.
Enhorabuena por tu blog, es estupendo.