Las quejas por los retrasos salariales se suman a las galas del pregón

Foto de Esteban

El oscuro horizonte de la plantilla del Ayuntamiento, ante los retrasos en el cobro de las nóminas que viene sufriendo mes tras mes, se hizo sitio finalmente entre los trajes negros de los asistentes al Pregón de la Semana Santa. La puerta del Teatro Villamarta supo de las quejas que, a cargo de medio centenar de empleados en esta ocasión, buscaban poner de relieve por enésima vez.
Tal y como habían anunciado desde el sindicato CGT, que era el convocante de la mencionada protesta, no se trataba tanto de provocar deslucimiento alguno de la solemnidad que suele caracterizar a este acto anunciador de la celebración que la ciudad vivirá en solo una semana, sino de mostrar a la regidora la desesperación ya patente en tantas otras concentraciones anteriores.
Consiguieron lo primero, no enturbiar el evento que aguardaba el escenario del coliseo. Pero apenas lo segundo. Si desde al menos media hora antes de la hora de inicio del pregón ya se concentraban los trabajadores con la intención de no permitir que la alcaldesa fuera recibida en el teatro por alguna puerta alternativa, lo cierto es que se cumplieron los temores de los manifestantes.
La presencia policial no solo se preparaba para evitar problemas sino que, además, sugería que Pilar Sánchez accedería por la fachada principal, en la plaza Romero Martínez, por medio de un pasillo establecido con vallas. La realidad es que, finalmente, entró por la puerta de artistas del teatro, en calle Medina, frustrando el ruidoso pasillo que los trabajadores pretendían hacerle a su entrada al Villamarta.
Diversas pancartas presentaban mensajes como ‘Pilar, donde está mi dinero’, ‘Pilar, qué pasa con la nóminas’, ‘A ver si termina la pesadilla’, ‘Pilar, antes de irte paga’ o ‘PSOE, un verdadero desastre’ que evidencian la situación de desencuentro existente. Y todo ello pese a que, desde el Ayuntamiento, se anunciaba que el nuevo retraso se debía a «una negligencia bancaria absolutamente anormal».
La medida no fue desconvocada por creer que no se trataba más que de «un achaque», como apuntaba José García, de la CGT. Así, y pese a que «la causa de lo sucedido no recae en este gobierno», como señalaba la nota municipal, la concentración se desarrolló en medio de la queja por no haber cobrado este mes más que 900 euros.
El incumplimiento de la promesa de que el resto de la nómina llegaría a manos de los trabajadores antes del fin de semana provocó la medida. Todo apunta a que los ingresos pueden llevarse a efecto hoy lunes. Así se aseguraba aunque algunos de los concentrados recelaban de esa posibilidad.
(La Voz, 11-04-11)