Foto de Juan Carlos Corchado |
En cualquiera de los casos, todos están muy de acuerdo en una tríada de prioridades que, a estas alturas de la precampaña, les hacen coincidir en los retos: la necesidad de frenar la caída libre que lleva a la ciudad a superar los 31.000 desempleados, la búsqueda de alicientes que localicen el tejido empresarial que cree riqueza y empleo y la urgencia de poner coto a una situación financiera del Ayuntamiento, que como dice por ejemplo Pedro Pacheco ha pasado de ser «el motor de Jerez» a ser ahora «su principal problema».
Mejorar la «empleabilidad»
Desde el PSOE, Pilar Sánchez, señala, en un avance de su programa, que «el empleo es el hilo conductor» y que «la mayor inversión en los ayuntamientos se destine a la generación de puestos de trabajo y a facilitar inversiones». Menciona la importancia de la formación «para mejorar la empleabilidad», el bienestar social y las políticas de igualdad. Sostenibilidad, modernización y transparencia son principios apuntados en una declaración de intenciones que habla de la necesidad de «poner en pie la nueva economía de Jerez».
En el PP se menciona expresamente que «aunque las políticas de empleo no son competencia municipal entendemos que desde el Ayuntamiento se pueden propiciar las condiciones para que las empresas se instalen en la ciudad y se generen empleos». La estructura de gobierno «no será política sino de gestión». Esta es palabra mágica también para Pedro Pacheco que contempla, desde el Foro Ciudadano, que «la capacidad de gestión es el único recurso que transformará la ciudad».
Austeridad extrema
María José García-Pelayo dice, por su parte, que «la realidad es que actualmente el problema del desempleo es un problema que ha creado el PSOE». Pedro Pacheco, de otro lado, señala, sobre la situación del Consistorio, que «se impone una austeridad extrema en la que los políticos tenemos que dar ejemplo». De momento ya dan pistas para su resolución.
Izquierda Unida, por ejemplo, aboga «por una alternativa social y política a la crisis del sistema desde el Ayuntamiento». Entre otras cosas porque, como dice Joaquín del Valle, «el paro pone de relieve la falta de un modelo de desarrollo». Culpa de ello a los sucesivos gobiernos de coalición y a este último de mayoría socialista.
Los andalucistas hablan, en voz de Santiago Casal, de «normalizar las relaciones con los agentes económicos y sociales de nuestra ciudad» y «recuperar la paz social y el diálogo con los colectivos sociales»; Antonio Conde, de IPJ, propone la realización de una auditoria de la gestión económica municipal y «racionalizar el gasto y buscar nuevos ingresos»; Martín de la Herrán, el candidato de UPyD, de la necesidad de limitar los mandatos o de «reestructurar el Consistorio y sus empresas» y Manuel Becerra, de Unión Rural Jerezana, lamenta que «falta una política igualitaria para todo el término» y aboga por la más absoluta transparencia de la gestión municipal.
Todos tienen su respuesta, personal y colectiva, pero todos coinciden en los males.
Diversificación, sostenibilidad, déficit cero, paz social...
«Un modelo económico diversificado, que apuesta por la industria cultural, por la industria tecnológica, por el medio ambiente, por la excelencia turística, por el servicio continuado y estable a lo largo del año», es lo que dicen buscar los socialistas para la próxima legislatura. Los populares, por su parte, se creen capaces, si gobiernan durante los próximos cuatro años, de «alcanzar al final de la legislatura el objetivo del déficit cero en los presupuestos liquidados». Actualmente ese déficit es, según datos del propio PP, de 30 millones de euros anuales. Confían en sus medidas de ahorro del gasto, aumento de ingresos y organización municipal. Para asuntos como la limpieza, el transporte público, los servicios sociales y culturales creen necesario contar con los ciudadanos.
Desde el Foro se asegura que el centro es el aliado imprescindible en el diseño de una ciudad más habitable y sostenible. Izquierda Unida cree en los recursos endógenos (agricultura, turismo y comercio), apunta a la investigación, el desarrollo y la innovación, apuesta por las nuevas energías y pide la revisión del PGOU. Los andalucistas insisten en la agroindustria en una redefinición práctica del papel del PTA o la contención del gasto municipal; IPJ apunta al patrimonio cultural, los cultivos ecológicos o la sanidad; UPyD hacia la «regeneración democrática» de la administración o las bonificaciones fiscales a las empresas, mientras que Unión Rural señala a los pequeños comerciantes.
(La Voz, 6-Marzo-2011)
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