jueves, 22 de julio de 2010

Refrescando, que es gerundio


Efecto del calor. Seguro. El caso es que he desmontado el 'entelado' que, en el fondo del blog, enmarcaba mis entradas y me he entregado a la frescura de la madera, sin pinturas ni barniz siquiera. ¿Se han sorprendido mucho al entrar en ésta que es su casa?
Considérenlo regalo veraniego. El caso es que encuentro que el nuevo aspecto viene sugerido por el chiringuito de la playa de El Rompidillo, por el caminito sobre la arena que lleva hasta el mar, por la cerca del melonar roteño que he visto a lo lejos esta mañana...
Cambio de aires. Y un inesperado antagonismo del espíritu que me ha llevado al refresco del aspecto de mi bitácora. Lo sé: más fresca resultaba mi presencia del palo, al final de la Peregrinación Andando a El Rocío, que ésta en la que, aún en julio, recupero la chaqueta.
La cabra siempre tira al monte. Consideren que es un anuncio: el calor que sufrimos estos días terminará yéndose. Como siempre. Como siempre, sean bienvenidos. Me siento muy honrado con su visita. Palabra de Gaby!

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