Un plan se propone recuperar la calidad química y ecológica de nuestros ríos

Foto de Javier Fergó

Más allá de cuanto ya se está haciendo desde hace meses para despejar el cauce del Guadalete, el estado ecológico del río está en vísperas de verse además impulsado a través del denominado plan de restauración, conservación y mejora de los sistemas fluviales de la provincia, que incluye también otros como el Barbate, el Palmones, el Guadarranque, el Hozgarganta, el Majaceite o, incluso, los Salados de la Campiña, arroyos que por su natural conducción desde poblaciones hasta los ríos merecen también esta atención de la Junta.
Presentado en el Consejo Provincial de Medio Ambiente, durante este mes de marzo se prepara el proceso de participación pública en el mismo. Un seminario que tendrá lugar en el próximo mes de abril permitirá el análisis y el debate de los resultados preliminares del documento a cargo de los colectivos interesados. Los voluntarios del programa Andarríos, por ejemplo, ya han conocido la propuesta siendo primeros partícipes de un procedimiento de implicación ciudadana al que obliga la normativa medioambiental.
Se trata de «una iniciativa única y pionera que busca la correcta planificación y gestión de las políticas públicas en los cauces», se señala desde la Consejería de Medio Ambiente. Tras un proceso de análisis en el seno de la Delegación Provincial, se cuenta ya con un listado de diez actuaciones prioritarias en cuyo diagnóstico se trabaja en estos momentos. Más tarde llegarán los anteproyectos con los que trabajar a medio y largo plazo. Y se plantea desde la idea de sistemas complejos y dinámicos que se observa en los ríos.
Se trabaja desde la convicción de que «los embalses, la ocupación de zonas inundables y las obras para defender lo construido de las inundaciones han modificado ecosistemas, acelerando la sedimentación y modificación de sus trazados originales» así como contemplando que la mano del hombre está detrás de la pérdida de la biodiversidad de uno de los principales bosques de la zona, el de ribera. En cualquier caso, los ríos perdieron capacidad de asimilar residuos generados por el hombre y, por ello, se atenderá a caudales, cursos y cauces.
La aprobación inicial de los planes hidrológicos de las demarcaciones Guadalete-Barbate y de las cuencas mediterráneas (las del Campo de Gibraltar) ya apuntan, desde la Consejería, actuaciones de recuperación de la calidad química y ecológica de las masas de agua de la provincia. Y los precedentes de los proyectos redactados para la mejora del Guadalete, tanto en el entorno de Jerez como de Arcos, para evitar las inundaciones impulsan este ir más allá de las meras pretensiones de seguridad para las personas que habitan las riberas.
Así, se contemplan actuaciones que abordarán tanto el tramo de río existente entre la presa de Zahara y Arcos como el que va desde este segundo punto y El Portal. Igualmente se incluyen tramos fluviales de los ríos Barbate, Palmones, Guadarranque, Guadiaro, los arroyos Salado o el principal afluente del Guadalete, el Majaceite.
(La Voz, 25-Marzo-2012)