«Reaccionarias, retrógradas y repulsivas», así se califican desde el Sindicato Provincial Agroalimentario de CC OO las actuaciones que observan desde la dirección de la cooperativa vitivinícola Virgen de la Caridad. Y, aunque la salida ante la opinión pública se refiere a una posición global que acude a otros detalles que creen también denunciables, hacerlo de modo tan airado cuenta con el detonante reciente del despido sufrido por el delegado de personal.
Luis Páez, el secretario general del sindicato del sector agroalimentario, arremete contra la junta rectora de la entidad cooperativista y señalando que sus decisiones son «más bien de épocas que se creían ya desaparecidas». Añade que este órgano «con su presidente a la cabeza» ostenta «una postura antisindical, acosando y atentando con la dignidad de los trabajadores, que ha llegado a su máxima expresión estos días al despedir a Juan Manuel Rodríguez Centeno».
Otros cuatro casos
Sin embargo, se apunta que no es una situación nueva y que «con anterioridad había despedido a otros cuatro trabajadores». Por ello, se quiere dejar claro «a la opinión pública y a los más de 700 socios que fuimos de los primeros en ofrecernos para apoyar a esta cooperativa, tanto en movilizaciones como en otras acciones que se nos solicitara, que no podemos permitir que se nos insulte y sean agredidos nuestros derechos como trabajadores y como sindicato.
La reacción airada que ha producido el nuevo despido no tarda en sacar a la palestra la reconocible situación en la que, los últimos acontecimientos empresariales, ha quedado la cooperativa. Con todo, Páez señala que «los trabajadores no son culpables ni tienen que sufrir las consecuencias de la mala gestión ni de la herencia recibida de la anterior junta rectora tras la venta de Caydsa a Nueva Rumasa, puesto que vienen prestando sus servicios con total diligencia», asegura.
«Queremos que los socios y ciudadanos conozcan las malas artes utilizadas por esta junta rectora y su postura antisindical en el despido del delegado de personal: porque, a lo mejor, los socios no saben que se ha contratado una agencia de detectives que se ha llevado tres meses investigando al delegado de personal», añaden. Denunciado en su momento por el propio delegado, en CC OO se preguntan «¿cuánto costará económicamente a la cooperativa la postura antisindical y de persecución ejercida?».
La defensa de los derechos que correspondan al delegado de personal despedido así como al conjunto de los trabajadores de la cooperativa Virgen de la Caridad, como se señala desde el propio sindicato, conducirá a formular cuantas acciones legales se crean convenientes. En cualquier caso, «no pararemos hasta que se restablezca la normalidad y buenas prácticas por parte de la dirección de dicha entidad», se insiste.
(La Voz, 25-Marzo-2012)
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