Foto de Esteban |
Nuria Lladós y Fabián López dieron conocimiento de este caso de abandono al Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona), de la Guardia Civil, hace una semana. Reconocen que el caballo puede llevar ya un par de meses en el lugar y no entienden de qué ha podido vivir. «Del agua del rocío o qué se yo», se pregunta López que asegura que desde que fue denunciado no le faltan zanahorias, dieta que le ponen los vecinos al alcance.
El estado alarmantemente famélico que presentaba el caballo ha quedado levemente suavizado, que no erradicado, de la mano de la solidaria prestación de estos ciudadanos que le llevan la mencionada hortaliza tres veces al día, así como agua en cantidades abundantes especialmente al principio de esta atención vecinal. «Nos preocupa el estado del animal -dice Fabián-, pero también la imagen que la ciudad está dando».
Junto a la acción paliativa de las necesidades del equino, que parece tener también una pata rota, hasta las del prestigio de la ciudad se ha tenido en cuenta llevándolo desde el mismo borde de la carretera a una parte más alta, más cercana de la barriada de Picadueñas. «Allí se ve menos, pero también se ve», dicen al respecto de esta actuación del Seprona, que parece que detectó un chip identificador aunque el dueño sigue sin dar señalas de vida.
«Igual es por la crisis, porque no pueda mantenerlo, pero eso no se hace», insiste Fabián López asegurando que hay más casos y dando a entender que seguirán atentos a los que puedan poblar, en Jerez, espacios como ese descampado. No son personas cercanas al mundo del caballo quienes han decidido estar cerca de este animal, pero de momento han demostrado mayor sensibilidad que el propietario.
(La Voz, 5-Marzo-2012)
No hay comentarios:
Publicar un comentario