miércoles, 16 de diciembre de 2009

Los crucifijos en la escuela


Castilla-León -porque fue un colegio de Valladolid aquél en el que se líó la cuestión- ha determinado que los crucifijos sólo sean retirados de las aulas escolares si lo solicitan los padres. ¿Cuántos? Serán necesarios para ello los padres que sea menester aunque siempre será injusto porque habrá alguno en contra que se tenga que aguantar con una mayoría o minoría que aborde el exilio del signo de marras.
Lo cierto es que llega ello coincidiendo con el cierre de la encuesta que les proponía en este blog en el que, porque es honrado que quede claro, 'Mi mirada el mundo' es la de un católico confeso y practicante que se propone a diario educar a sus hijos según los criterios del humanismo cristiano. No soy imparcial pero... ¿alguien lo es? Ahí tienen el resultado de mi pregunta sobre qué les parece esa supresión:

  • La renuncia a un signo de nuestra civilización: 38%.

  • Un atentado contra la libertad de credo: 25%

  • Una necedad junto a otros problemas mayores: 25%.

  • El obligado tributo a una sociedad laica: 12%.
Sea siempre a la mayor gloria de la verdad con mayúsculas una consulta sin más ánimo que el de dejar claro que, a menudo, quienes se empeñan en ese laicismo excluyente no hacen sino convertirse en totalitaritos de tres al cuarto tan apartados del mundo que no se dan cuenta que, mal que les pese, la sociedad respira de otro modo. Clamo a gritos, y les pido que hagan lo propio, la necesidad de una laicidad positiva que nos permita evitar esos peligrosos desencuentros.

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