Foto de Juan Carlos Corchado |
La recuperación de los recordados y abandonados presupuestos participativos, que otorgaron durante apenas unos años la oportunidad de que los propios beneficiarios de la acción pública priorizaran parte de las inversiones municipales en los barrios, es una de las mejoras esperadas. Pero no es lo único que se aguarda una vez comience el nuevo curso político. «No es solo eso, sino también se trata de la toma de decisiones en la programación de asuntos de orden social, cultural u otros», dice Agustín de la Flor, uno de los miembros de la junta directiva de la federación y del Observatorio Ciudadano.
Promovidos desde 2008
Llegar a esa situación supone partir de la base de una nueva división en distritos más acorde con la realidad de una ciudad de más de 200.000 habitantes. «Lo que nosotros buscamos es que los distritos sean más homogéneos socialmente y equitativos en el número de habitantes», añade cifrando el volumen de población adecuado en cada uno de ellos en 30.000 personas. Fue precisamente en estos órganos de representación, allá en 2008 y a inicios de la legislatura socialista recién concluida, en los que naciera la propuesta ahora camino del pleno de septiembre próximo. Pero sería rechazada por el gobierno local.
Entonces se mantuvieron los distritos Norte, Sur y La Granja-Delicias, con cuantas dificultades aportan a la fluidez de una participación activa semejantes divisiones tan amplias. Una alegación vecinal, tanto desde el Observatorio Ciudadano como desde la federación Solidaridad, se quedó sin respuesta desde el gobierno de Pilar Sánchez en su momento. El Consistorio, bajo el nuevo gobierno del PP, retoma ahora la configuración propuesta: los distritos Norte, Sur, La Granja, Delicias, Centro, Oeste y Rural, seis urbanos y uno más para las barriadas y diseminados rurales. En éste último no entran las pedanías.
Una reunión del Observatorio, el mencionado pleno del Ayuntamiento (que lo aprobará al menos con la mayoría absoluta popular), la publicación en el boletín oficial de la provincia y un plazo de 30 días para las alegaciones a las que hubiere lugar completan la hoja de ruta de una dotación que, salvo sorpresas, alcanzará la ciudad este próximo otoño. Una reciente reunión de los representantes vecinales con la alcaldesa, María José García-Pelayo, y la delegada de Participación, Lidia Menacho, tranquilizó a quienes aguardan ahora la llegada de esa herramienta acordada y pendiente de los detalles.
Ley de Grandes Ciudades
«La participación ciudadana se incrementaría a través del consejo territorial con el que contará cada uno de los distritos, con presencia de ciudadanos particulares y colectivos pronunciándose en las asambleas», explica De la Flor apuntando así el cumplimiento de la Ley de Grandes Ciudades aprobado en el Parlamento de Andalucía. El funcionamiento eficaz de toda la implicación vecinal quedará así vertebrada por medio de un instrumento que se completaría con la reforma del Reglamento de Participación Ciudadana, por imperativo de ley y también del propio Reglamento Orgánico Municipal (ROM).
Esta modificación, cuyo inicio se aguarda también para septiembre, esta pendiente de la constitución del Consejo Social de la Ciudad. «Sería el resultado de la suma del Consejo Económico y Social y del Observatorio Ciudadano», se señala desde Solidaridad con la satisfacción de la existencia, para entonces, de una entidad en la que los vecinos, empresarios, sindicatos y expertos estarán representados equitativamente.
«Sería el órgano de mayor participación ciudadana de Jerez», resume Agustín de la Flor. El camino comenzará en septiembre y las previsiones vecinales hablan de la primavera de 2012 para que esté ya funcionando.
(La Voz, 17-julio-2011)
No hay comentarios:
Publicar un comentario