domingo, 12 de mayo de 2013

La entrega del Caballo de Oro abrió una jornada cuajada de otros muchos brillos (Sábado de Feria)

Sebastián Zambrano recibió el Caballo de Oro de manos del ministro Arias.
El caballo se cría en el campo. Y ello, a menudo, se olvida con facilidad cuando tan espléndidos ejemplares pasean por el parque González Hontoria durante la Feria de Jerez, que hoy alcanzará ya su clausura en medio del cansancio por los momentos disfrutados y la lástima por las ocasiones que se hayan podido perder. El Depósito de Sementales fue ayer marco del espectáculo grandioso del reconocimiento de esta verdad palmaria. Mientras el veterano Sebastián Zambrano recogía el Caballo de Oro que anualmente se concede, más de uno era llevado por su mente a El Tesorillo.

Hace un año descubrimos sobre una loma de los aledaños de El Portal, a unos kilómetros de Jerez, esa finca en la que un vejete de mano diestra dictaba a un caballo tordo los movimientos que debía realizar. Acudir entonces a potenciar la llamada de atención de los vecinos a que este premio llegara también a gente sencilla como el susodicho generó ayer el cierto orgullo de cuantos levantaron una voz escuchada por el jurado. A solo unos metros del recinto ferial, el ministro de Agricultura, Miguel Arias, y la alcaldesa, María José García-Pelayo, presidían este acto de justicia.

Sebastián Zambrano Sánchez ha comenzado su intervención diciendo “he dedicado toda mi vida al caballo” y seguidamente narró cómo recibió la noticia del galardón: “Una tarde, me quedé muy sorprendido cuando recibí una llamada y me dijeron soy la alcaldesa, y vamos a entregarle el Caballo de Oro”. No obstante, Zambrano ha recordado que “hace muchos años, ya Jaime Domecq y Lorenzo Díez, me dijeron que iban a entregarme el Caballo de Oro tras ganar una carrera, pero Miguel Primo de Rivera terminaba, ese año, su mandato de alcalde, así se me lo dieron a él”.

Cosas de la vida, Zambrano quedaba para mejor ocasión. Pero ayer tocaba gratitud más que otra cosa: “Quiero agradecer al Ayuntamiento, y a todas las personas que han apostado por su candidatura para ser Caballo de Oro 2012 (cada año se entrega premiando el año anterior), así como a todas las personas que se han preocupado por mi y que hoy me han acompañado en este acto emotivo. Un beso para todos”. Pero García-Pelayo reconocería que “muchos años después, se ha hecho justicia” y ha añadido “para mí fue una gran alegría poder llamarte esa tarde, y es verdad que te emocionaste”.

La alcaldesa, por su parte, comenzó su intervención haciendo referencia al lugar en el que se celebró este solemne acto: “Nos encontramos en el Depósito de Sementales, un espacio que recientemente hemos recuperado para la ciudad, y quiero agradecérselo al ministro de Agricultura, Miguel Arias, que nos acompaña en un acto tan especial, igual que hizo ya el pasado año, porque sin duda demuestra el compromiso del Gobierno de España con Jerez con hechos como la cesión de este magnífico equipamiento que en breve pondremos en valor”.

Un rato después, Arias Cañete, compartía con su esposa, Miqui Domecq, y amigos como Humberto Ibarra un rato agradable en una de las casetas que más sombrita aportaban a la hora de el calor. El sol apretaba y no estaba la cosa para el paseo pero quienes se atrevieron descubrieron a Antonio El Pipa, el prestigioso bailaor jerezano, como se dejaba envolver por el cariño de su gente bajo el porche de la caseta de La Borriquita. Manuel Serrano, el hermano mayor de esta populosa cofradía, no estaría muy lejos junto a un gran grupo familiar.

Olía ya a penúltima ocasión para el disfrute ferial y pronto comenzaría a dejarse ver el alcalde de La Barca, Alejandro López, y su pareja, o José Antonio Vázquez, jefe de gabinete de la alcaldía de El Puerto de Santa María, haciendo gala de esa elegancia que siempre lo caracteriza pero que se eleva a la enésima potencia cuando llega una fecha señalada como la del sábado de feria. Y además estaban los que agradecen que Jerez tenga la plaza de toros tan cerca del recinto ferial. A la hora taurina por excelencia no eran pocos los que realizan tan cómo tránsito.

Hoy es ya domingo y toca ir arremangándose las ganas porque la Feria del Caballo toca a su final. Ojo avizor hay que estar, no obstante, para que la recogida no se adelante en exceso. Precios más bajos, tanto en las casetas como en los cacharritos, aguardan como novedosos invitadores a que nadie haya dado por terminada su agenda de visitas al González Hontoria el sábado. Es buen día para poner colofón a siete días de disfrute tras los que no falta quienes ya se apresuran a preparar sus balances personales. Los institucionales también comienzan a pergeñarse.

Tiempo al tiempo. Ya tendremos ocasión para ello. De momento, a seguir disfrutando. Eso es lo que parecían asegurarse todos ayer. Mirar el catavino como si la fiesta estuviera comenzando, eso se imponía. Hoy será otra cosa.

(La Voz, 12-05-13)

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