El refranero popular tiene la expresión adecuada para dejarnos tranquilos y asegurarnos que nunca es tarde, que siempre estaremos a tiempo. De qué? De lo que sea, probablemente de cualquier cosa! Así que ve poniendo ejemplos, que hoy se me ocurre ponerte a pensar, querido compañero en el camino de mis reflexiones, seguidor que te sumerges en la blogosfera para leerme cosas que pueden gustarte o no pero que siempre asoman desde mi honestidad.
Y hoy es, en efecto, el día de Todos los Santos. Se trata de un gesto lleno de cierta humildad eclesial al formular la idea de una santidad al alcance de todos, sin patentes de corso arrogadas por nadie que pretendiera decidir quién es digno o no de ser elevado a los altares. Y los ejemplos declarados son necesarios, pero no excluyentes de tantas otras vidas admirables que a diario nos rodean. Y los no reconocidos tienen su día. Éste!
Si cada santo tiene su novena establecida como margen de maniobra para desdecirnos de olvidos o errores nuestros sobre la condición de personas que tenemos cerca, lo cierto es que toca ir repasando algunos 'santos' que yo, que no reparto declaraciones de canonización, sí me permito tener en cuenta en un día como éste. Así que id superando la resaca de la noche en la que 'jaloguín' os ganó (si fue el caso) y vayamos a lo esencial de este primero de noviembre.
Por ejemplo, y al inicio del camino hacia el 25N, vayan mis declaraciones primeras para quienes sufren violencia de género u otro tipo. Nunca más. Nunca más! Mujeres y hombres juntos contra ello, pese a ciertas tentaciones que dejen caer políticos de cortas miras. Mañana será el día de los Fieles Difuntos. Y a los que personalmente más me duelen sumo ya a las 38 mujeres que han sido asesinadas durante lo que va de 2015 en toda España. Descansen en paz.
Y sumo a los padres de familia que se parten el alma en el empeño de llegar a fin de mes. Y a los abuelos hospitalarios que acogen en casa a hijos parados y nietos. Y a quienes se multiplican en acciones de voluntariado sin apoyo de la administración. Y a los políticos que, como está el patio, no acallan su vocación de servicio público y lo ponen en marcha sin tentaciones execrables. Y a los profesionales entregados aunque el sueldo no justique el dispendio. Sigue tú...
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