Cumples hoy 49. Y lo haces con el descaro de quien puede decirlo sin por ello sentir más que orgullo de vencer con vitalismo las señales del tiempo. Los cumples un año más en la ruta jacobea, que es gusto de cambiar las velas en una tarta por las ampollas con las que hoy llegas a la pontevedresa Caldas de Reis.
Es llegados a este punto, del Camino de Santiago pero sobre todo de la ruta de la existencia común bajo el campo de estrellas de tanta alegría compartida, que quiero dejar solemne testimonio de nuestro amor. En el sudor peregrino y en el gozo de las 'estrellagalicia' que nos zumbamos.
Envejeces a mi lado sin que se te note mientras yo engordo de felicidad (y eso sí se nota). Y en las alegrías y en las penas, en la salud y en la enfermedad, en la pobreza y en la riqueza, se cumplirán los planes que estos días alentamos con la convivencia, a ratos verdaderamente extrema, de la ruta que discierne e impulsa.
Por todo lo ocurrido, por lo que aún ha de venir, por lo que estamos construyendo y también por lo que exala de positividad cada momento juntos allá donde se tercie, te regalo la permanente oportunidad de entender cómo te sientes, la sensible capacidad de hacerte ver que tu camino es mi camino.
Felicidades, y que cumplamos muchos más buscando en la vida aquello que merecemos por el mero hecho de no esperar a ver qué nos regala sino salirle siempre al encuentro pese a las dificultades. Felicidades por cumplir, pero sobre todo por hacerlo así, con la mochila cargada de cosas buenas. Te amo!
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