Me piden que no cesen mis entradas. Que cada 'Palabra de Gaby!' sea compartida con quienes quieran leerme. Que mis pensamientos no se angosten en unos adentros que son como cueva en la que son maceradas las mejores esencias de una vida complicada. Actualizando pues me encuentran. Y, para que nadie me eche en falta en adelante, propongo firmemente los reflejos más fieles de una vida que se ha vuelto un pelín convulsa.
Se pararon las aportaciones al blog, como ven, hace algo más de un mes. Entonces comparecieron todos los demonios de una crisis que acababa de cebarse contra mí con el cierre de La Voz de Jerez y que, por otra parte, tampoco ha encontrado nada mejor en qué entretenerse (la crisis, la prima de riesgo, la más reciente plaga de Egipto o el fin del mundo que profetizaron los mayas) que una rebaja salarial colectiva en Cope.
En ellas, las secuelas personales de los recortes (quizá me reconvierta en afilador, ese viejo oficio que podría encontrar hoy en día muchas tijeras necesitadas de pasar por la piedra), puede anclarse el shock de quien detiene la marcha en esta bitácora. Puede parecer paradógico, porque ahora tengo algo más de tiempo para escribir. Y también la enquina suficiente para hacerlo con mordacidad. Pero no me gustan las vísceras.
Ahora, sin embargo, propongo firmemente abrir la presa para que las aguas, que bullían con ganas de saltarla si esto no ocurría pronto, discurran cauce abajo. Algunos van a tener que empezar a nadar. Por si las moscas. Otros, espero que los más, encontrarán un manantial limpio y fresco en el que beber honradez, veracidad y compromiso. Cuidado que llego. Gracias a todos los que esperaban esta vuelta a la carga.
Se pararon las aportaciones al blog, como ven, hace algo más de un mes. Entonces comparecieron todos los demonios de una crisis que acababa de cebarse contra mí con el cierre de La Voz de Jerez y que, por otra parte, tampoco ha encontrado nada mejor en qué entretenerse (la crisis, la prima de riesgo, la más reciente plaga de Egipto o el fin del mundo que profetizaron los mayas) que una rebaja salarial colectiva en Cope.
En ellas, las secuelas personales de los recortes (quizá me reconvierta en afilador, ese viejo oficio que podría encontrar hoy en día muchas tijeras necesitadas de pasar por la piedra), puede anclarse el shock de quien detiene la marcha en esta bitácora. Puede parecer paradógico, porque ahora tengo algo más de tiempo para escribir. Y también la enquina suficiente para hacerlo con mordacidad. Pero no me gustan las vísceras.
Ahora, sin embargo, propongo firmemente abrir la presa para que las aguas, que bullían con ganas de saltarla si esto no ocurría pronto, discurran cauce abajo. Algunos van a tener que empezar a nadar. Por si las moscas. Otros, espero que los más, encontrarán un manantial limpio y fresco en el que beber honradez, veracidad y compromiso. Cuidado que llego. Gracias a todos los que esperaban esta vuelta a la carga.
ANIMO. GABY AUNQUE AHORA LOS TIEMPOS SE HAN VUELTO MUY COMPLICADOS, PERO SIEMPRE PIENSA QUE EN LA EVOLUCION LA ESPECIE MAS FUERTE ES LA QUE SE ADAPTA MEJOR AL MEDIO. Y SERA UNA CRISIS MAS Y SOBREVIVIREMOS A ELLA. BESITOS.
ResponderEliminarBuenas tardes Gaby entiendo perfectamente tu estado y lo comparto ya que yo,tambien por culpa de esta crisis a partir de hoy estoy en paro, mi patron que era del sector bancario en una jugada magistral de venta, ha realizado lo que nosotros creemos un ERE en cubierto para que la marca del banco no salga a la luz publica y mientras a ellos se le inyectan dinero publico como a BANKIA o aparecen con tirantes de color Rojo en las carreras de Formula 1.
ResponderEliminarAnimo y un Abrazo.