sábado, 28 de septiembre de 2019

Que tiemblen los inasequibles a la emoción

Huele a incienso, que aquí reconocemos con facilidad vinculado a las procesiones. Y cofrade es quien lo portará cuando las calendas nos lleven hacia los primeros días del año. Peregrina, por demás, la reencarnación de Gaspar en la próxima cabalgata de Reyes Magos tendrá botafumeiro sobre la carroza de la ofrenda que antecederá a su trono. Aún queda, pero ya perfuma.

La designación de hace unos días fragua ya en primeras fotos juntos así como el lunes en primera mesa de trabajo. Y es ahora cuando la mente de Carmen calibra en casa, como seguro en las otras que serán coronadas, la responsabilidad asumida con determinación. Domeñar emociones sin dejar de disfrutar pero asumiendo tres meses titánicos. De eso se trata, parece.

Pero dejo ahora negro sobre blanco una primera sensación debida a quien me enseñó cambios a mejor que siempre son posibles gracias a la fe en sí misma y en cuanto ha hecho siempre. En Parkinson Jerez se vibra. Que tiemblen los inasequibles a la emoción. En Las Angustias se reza. Que no falte el credo que inspira a los personajes. Y los Martín Natera son más tribu que nunca.

Los cosas están así en ésta y en otras tres casas en las que ya llegaron los Reyes Magos dejando un inesperado regalo no exento de justiprecio que poner en liza: el trabajo por aquellos que más nos necesitan en esta sociedad individualista y a ratos insolidaria que ya se prepara para dulcificar sus inercias alumbrando las esperanzas en un mundo mejor.



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