sábado, 21 de marzo de 2015

La vida no es cuestión de cromosomas

Se llaman José María y Alberto y Rosa y José Luis y Gonzalo y... qué sé yo... Fueron tantos! Sería interminable la lista que cinco años de prestación a Afanas en un voluntariado para mí inolvidable me regalaron para que haga tanto tiempo que yo esté tan convencido que, en efecto, la vida no es cuestión de cromosomas.

Una cosa fue saber qué es la trisomía del par 21, en aquellos estudios de Magisterio que pusieron explicación genética a lo que ocurre a estas personas nunca tan comprendidas e integradas a lo largo de su historia como ahora, y otra bien distinta conocerlos, con sus nombres y sus gustos personales y sus aficiones y su entrañable trato, en aquel taller de radio.

Hoy celebramos el Día Mundial del Síndrome de Down y huyo de reflexiones al uso sobre la normalidad de las personas y los porqués de tenerlos por iguales. Todo ello sería injusto con aquellos que tanto me enseñaron. Cuantas faltas de normalidad me encuentro yo mismo en mis mil defectos y cuanta altura de miras les encuentro a diario a aquellos que conocí en Afanas y aquellos otros que he ido encontrando después en mi camino!

Por eso no les voy a felicitar en su día. Me felicito yo. Y lo hago agradeciendo a Dios que todos y cada uno de ellos me han ido dejando, y siguen regalándome en cada encuentro, una enseñanza inesperada, un ejemplo rotundo, una reflexión inquietante, una pregunta certera, una felicidad diáfana, una sonrisa abierta, un gesto sorprendente, un piropo exagerado, un brillo en los ojos, un cariño gratificante, un abrazo veraz...

sábado, 14 de marzo de 2015

En el ecuador de la campaña

Encuesta se Sygma 2 para El Mundo
Susana se esfuerza en pedir una mayoría suficiente, Juanma apuntala la posición de los suyos para evitar la caída, una tal Teresa dice cosas sorprendentes, Juan se ve llave a juzgar por la última de las encuestas, Antonio se enfrenta a los efectos letales que le provocará la nueva izquierda emergente, a Martín no le da ni para un sillón en el antiguo Hospital de las Cinco Llagas...

Las elecciones autonómicas andaluzas cruzan su ecuador. A siete días del encuentro con mi urna del colegio María Auxiliadora, los movimientos que laten desde la virtualidad de la intención de voto me tienen expectante. Veremos, en cualquier caso, cuánto tiene que ver con las cuñas de ese 'quesito' lo que las papeletas digan a la salida de la crucial cajita de metacrilato.

Así, toca de momento ser espectador del carisma de la socialista Díaz, de las propuestas del popular Moreno, de las cosas que 'podemos' seguir escuchando a la roteña Rodríguez o al 'ciudadano' Marín, los temores de Maíllo, De la Herrán y su bayeta limpiadora sobre los muros del Parlamento de Andalucía... Mandan los giros, las fluctuaciones, las bajadas previsibles y las subidas insospechadas.

Y yo no puedo evitar preguntarme en qué medida están pesando las consideraciones sesudas, el pensamiento constructivo, las decisiones asentadas sobre pilares sólidos... También tengo yo narices esperando que algo tenga sentido en ese vaivén de anuncios de los encuestados y señales que indicien aquello que pueda ocurrir el 22-M. A pensar, a decidir, a cambiar!