sábado, 22 de julio de 2017

Buen Camino

Es sábado de relajo marcado por la baja laboral y el deseo de sentir, en el fondo, más reconstituyentes espirituales que físicos para mis lumbares maltrechas. Así, y como una cosa que lleva a la otra, una búsqueda aleatoria en Spotify me regala una canción de Pablo Milanés de contenido jacobeo. "Sólo hube de hacer el Camino aquél, en el Obradoiro me esperaba aquel final que no encontraba para renacer..." Vaya, finales de julio, ya hace un año de aquello.

Bien titulada la serie que viene emitiendo TVE cada medianoche del jueves, 'Buen Camino' es sin embargo sólo la sombra de cuantas cosas son la ruta jacobea. La expresión dicha/escuchada con intención en algún rincón de cualquiera de las etapas de marcha al encuentro con el Apóstol constituye mucho más que un mero saludo. Es sumarse al camino del otro, es dejarse acompañar por aquél aunque sólo sea un cruce de apenas diez segundos.

Estos días se cumple un año de las vísperas del nuestro, aquellos más de 300 kilómetros que desde León y por el Camino Francés, fueron trampolín agosteño para una nueva vida en la que no faltan el cansancio, las ampollas, los sinsabores y los dolores. Como los sufridos durante aquellos trece días. Una existencia renovada en la que sin embargo, Carmen y yo, encontramos a diario la respuesta adecuada para afrontar nuestro día a día con serena felicidad.

Y algo de ello asoma en la serie aunque a Marta Márquez, la presentadora, sobrada de belleza exterior, también le sobran esos botines tan monos con los que dice hacer el Camino. Y su ademán de reportera de un hipotético 'Callejeros peregrinos' que la dejara al margen de los sufrimientos y alegrías que narra. Y le falta mochila y ampollas y le crecen las experiencias superficialmente preparadas aunque, afortunadamente, con caminantes de verdad.

Pero por encima de ello, creo, prevalece el espíritu reverdecido por la tele pública en este peregrino de la vida que decidiendo, junto a Carmen, que este año no tocaba calzarse botas ni colgarse doce kilos a la espalda (que no somos del eslogan del patrocinador de la serie: 'Peregrino, haz el Camino; Correos lleva tu mochila') se irá de vacaciones a Oporto. Vino, Duero, arte manuelino, fados... Sí! Pero también el sueño de que el próximo sea el Camino Portugués.





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