lunes, 29 de agosto de 2011

Pataita flamenca en el Consistorio

La plaza de toros aguarda la Fiesta de la Bulería el 17 de septiembre
Cuando Antonio Montero, concejal de Promoción de Eventos Culturales y Festivos, dijo el viernes en la presentación que «la ciudad tiene que tener en cuenta que la 44ª Fiesta de la Bulería se va a celebrar», sabía bien lo que decía. También conocía, aunque evitaba desglosarlo, qué detalles ‘lograron’ que, en la edición de 2010, se generase un déficit de 83.000 euros. Sólo un contundente cambio de criterios de gestión («echarle más arte», dice ya alguno) hace posible, ahora, el milagro de reunir a nombres como los de Sordera, Pansequito, Grilo o El Tolo en un cartel que, además, aparta todo temor de gasto alguno que no puede ser amortizado por los ingresos que vaya a originar.
El gobierno local, con la visión del PP, abandona ahora, por ejemplo, toda posibilidad de que un solo cantaor perciba 1a cantidad de 15.000 euros por su concurrencia en el escenario de la plaza de toros, que ya se prepara para la cita del próximo 17 de septiembre. Sobre todo cuando, además, «estaba sobrevalorándose su caché», se asegura sin que haya podido conocerse de quien se trata aunque denunciándose con ello «amiguismo». Del mismo modo, se recuerda a otro que, llevándose 7.000 euros, también parecía pagado en exceso. En otro nivel del gasto, 600 euros para la mera participación como palmero también es señalado como ejemplo de lo que no debe hacerse.
La contratación de los artistas se ha apoyado, en esta ocasión, en la empresa jerezana Arte Sherry. La presencia, en nombre de ella, de Antonio Ojeda en la puesta de largo del cartel de este año, evidenciaba un ‘modus operandi’ nuevo. «No es lo mismo que una empresa puede vender el servicio a que lo haga el Ayuntamiento», se reconoce subrayando los perjuicios de que el propio Consistorio actúe directamente en la producción de espectáculos: el riesgo de elevar la cantidad requerida por un artista es mayor al tratarse de una institución pública pero, más aún, ante el riesgo de tardanza en el cobro. Pero la evidencia del argumento no sedujo al cambio hasta ahora.
La contratación de algo tan sencillo como las sillas que ocuparán dentro de tres sábados el albero de la plaza de toros es un ejemplo de cómo es posible pagar más a causa de las deudas contraídas con la empresa prestadora de servicios o por la tardanza con la que se prevea cobrar. Así, pese a los 0,60 en que se pueda estimar el alquiler de cada uno de estos asientos han llegado a pagarse desde el Ayuntamiento hasta 2 euros la silla. O los 3.000 euros en acondicionamiento de los camerinos u otras prestaciones en materia de infraestructura. Todo ello es susceptible de seria negociación, leonina si llega el caso. Las finanzas municipales mandan y el rictus comienza a estar ya rodado.
Ni la Sociedad General de Autores Españoles (SGAE) se librará de la capacidad de gestión que comienza a ponerse de relieve. Una próxima reunión con este institución administradora de los derechos de autor de los artistas, y a la que se suele aportar el 10% de la taquilla, pondrá a prueba esa capacidad que, de momento, brinda una nueva Fiesta de la Bulería. Lo que no parece prestarse a negociación alguna son los más de 400 pases de favor ahora suprimidos, uno de los signos más elocuentes del derroche.
(La Voz, 29-Agosto-2011)

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